Y a todo esto ¿Qué es la diabetes?
Agencias
La diabetes en una condición crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede utilizar insulina y se diagnostica observando los niveles altos de glucosa en sangre.
La insulina es una hormona producida en el páncreas, la cual se requiere para transportar la glucosa desde la sangre al interior de las células del cuerpo donde se utiliza como energía. La falta o ineficacia de la insulina en las personas con diabetes significa que la glucosa continúa circulando en la sangre.
Con el tiempo, los altos niveles resultantes de glucosa en sangre (conocida como hiperglucemia) causan daño a muchos tejidos del cuerpo, dando lugar al desarrollo de complicaciones para la salud que pueden ser incapacitantes y poner en peligro la vida.
Existen tres tipos principales de diabetes:
Diabetes tipo 1
Diabetes tipo 2
Diabetes gestacional
La diabetes es una de las mayores emergencias mundiales de salud del siglo XXI. Cada año más y más personas viven con esta condición, que puede desencadenar complicaciones a lo largo de la vida. Además de los 415 millones de adultos que actualmente tienen diabetes, hay 318 millones de adultos con tolerancia a la glucosa alterada, lo que les sitúa en un alto riesgo de desarrollar la enfermedad en el futuro.
Datos arrojados en la ENSANUT 2016 nos mencionan que: la mayoría de la población vincula la obesidad con diabetes (95.6%). El 9.4% de los adultos entrevistados contestaron haber recibido el diagnóstico de diabetes por parte de un médico, la mayoría de los diabéticos con diagnóstico médico previo tiene entre 60 y 79 años de edad. A los adultos con diagnóstico médico previo de diabetes se les preguntó si recibían algún tratamiento para controlar su enfermedad. El 87.8% contestó afirmativamente. Esta proporción es ligeramente mayor a la reportada en la ENSANUT 2012 (85.0%), pero menor a la reportada en la ENSANUT 2006 (94.1%).
Las complicaciones que los diabéticos reportaron en mayor proporción fueron: visión disminuida (54.5%), daño en la retina (11.2%), pérdida de la vista (9.95%), úlceras (9.1%) y amputaciones (5.5%).
DIABETES TIPO 1
Es causada por una reacción autoinmune, en la que el sistema de defensa del cuerpo ataca las células-beta productoras de insulina en el páncreas. Como resultado, el cuerpo ya no puede producir la insulina que necesita. La enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, pero la aparición normalmente ocurre en niños y jóvenes adultos.
Las personas con esta forma de diabetes necesitan insulina todos los días para controlar los niveles de glucosa en la sangre. Sin la insulina, una persona con diabetes tipo 1 moriría. Con un tratamiento diario de insulina, monitorización regular de la glucosa en sangre, y una dieta y estilo de vida sana, las personas con diabetes tipo 1 pueden llevar una vida saludable y normal.
La tendencia de que más niños desarrollen diabetes tipo 1 ha continuado y ahora en 2015, más de medio millón de niños viven con diabetes tipo 1.
Los factores de riesgo son: historial familiar de diabetes, genética, infección y otras influencias ambientales.
La diabetes tipo 1 es menos común, aunque todavía sigue aumentando en torno al 3% cada año, particularmente entre los niños. Alrededor de 86.000 niños desarrollan diabetes tipo 1 cada año y cuando la insulina no está disponible, la esperanza de vida para un niño con diabetes tipo 1 es muy corta.
DIABETES TIPO 2
La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes. Generalmente ocurre en adultos, pero se ve cada vez más en niños y adolescentes.
En la diabetes tipo 2, el cuerpo es capaz de producir insulina pero se vuelve resistente a ella, de modo que la insulina es ineficaz. Con el tiempo, los niveles de insulina pueden llegar a ser insuficientes. Tanto la resistencia, como la deficiencia de insulina pueden llevar a niveles de glucosa en sangre altos.
Muchas personas con diabetes tipo 2 no son conscientes de su condición durante mucho tiempo porque los síntomas suelen ser menos marcados que en la diabetes tipo 1 y pueden tardar años en ser reconocidos. Sin embargo, durante este tiempo el cuerpo ya está siendo dañado por el exceso de glucosa en sangre. Como resultado, muchas personas ya presentan complicaciones cuando se les diagnostica con diabetes tipo 2.
Los factores de riesgo son: sobrepeso, inactividad física y nutrición pobre. Otros factores que juegan un papel importante son la etnicidad, historial familiar de diabetes, historial pasado de diabetes gestacional y edad avanzada.
En contraste con las personas con diabetes tipo 1, muchas personas con diabetes tipo 2 no requieren tratamiento diario de insulina para sobrevivir. El pilar del tratamiento de la diabetes tipo 2 es la adopción de una dieta sana, aumentar la actividad física y mantener un peso corporal normal. Varios medicamentos orales están disponibles para ayudar en el control de los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, si esto no se controla será necesario prescribir insulina a las personas con diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 es el tipo de diabetes más común y ha aumentado junto a los cambios culturales y sociales. Este aumento está asociado con el envejecimiento de la población, el desarrollo económico, el aumento de la urbanización, las dietas menos saludables y la disminución de la actividad física.
La Federación Internacional de La Diabetes, estima que más de 193 millones de personas con diabetes no están diagnosticadas y tienen, por tanto, un mayor riesgo de desarrollar complicaciones. Además, uno de cada 15 adultos tiene tolerancia a la glucosa alterada.
DIABETES GESTACIONAL
Se le conoce como Diabetes Gestacional a la hiperglucemia que se detecta por primera vez en cualquier momento durante el embarazo.
La diabetes gestacional suele ocurrir a partir de la semana 24 de embarazo. Los síntomas evidentes de hiperglucemia durante el embarazo son raros y difíciles de distinguir de los síntomas normales de embarazo, pero pueden incluir aumento de la sed y micción frecuente.
Las mujeres con hiperglucemia detectada durante el embarazo corren un riesgo mayor de resultados adversos en el embarazo. Estos incluyen presión arterial muy alta y macrosomía fetal (un bebé significativamente más grande que la media), que puede dificultar y arriesgar el parto vaginal. Un buen control de la glucosa en sangre durante el embarazo puede reducir estos riesgos.
La diabetes gestacional normalmente desaparece tras el parto. Sin embargo, las mujeres que han sido diagnosticadas con ella corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional en otros embarazos, así como diabetes tipo 2 más tarde en la vida. Los bebés que nacen de madres con diabetes gestacional también corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en su adolescencia y juventud.
Con informacion de Landsteiner